Un plan para tu retiro: prepara tu futuro desde hoy

Siempre que te hablan hacer un plan para el retiro,  seguramente piensas en algo sumamente alejado del aquí y el ahora. Sin embargo, aunque seas un profesionista en plena juventud, es un tema que debes contemplar desde este momento si quieres vivir bien cuando llegues a la tercera edad. Mira que el panorama de la jubilación no es nada alentador para quienes tenemos entre 25 y 30 años actualmente.

De acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), para el año 2050 se dará una severa crisis en el sistema mexicano de pensiones. Esto sucederá porque, en ese entonces, el 30% de la población seremos mayores de 60 años (un poco más de 36.2 millones de personas) y el gobierno mexicano, no tendrá suficientes recursos para mantenernos; por lo cual, dependeremos únicamente de lo que hayamos ahorrado a lo largo de nuestra vida laboral en una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore).

Es verdad, faltan muchos años para que cumplas 65 pero, si no empiezas a juntar recursos desde ahora, la vas a pasar muy mal cuando llegues a esa edad. Imagínate: si el dinero que hayas guardado no te alcanza para sobrevivir, tendrás que seguir trabajando o pedirle dinero a tus familiares cercanos. ¿Quieres eso para tu futuro? Para conservar tu autonomía económica cuando te jubiles, existen dos opciones de ahorro: las Afores y los Planes Personales de Retiro (PPR). Muy pocos saben con certeza para qué sirve cada una y cuáles son sus diferencias, por eso, hoy te vamos a contar más al respecto.

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¿Cómo me beneficia tener una Afore?

Una Afore es una institución financiera privada que se encarga de administrar los recursos destinados para tu jubilación. Quienes ahora son ancianos y cotizaron ante el IMSS o el ISSSTE durante su vida productiva, reciben una pensión mensual que cubre el gobierno para que puedan sobrevivir hasta su muerte sin necesidad de trabajar. Desafortunadamente, para todos los que fuimos inscritos en el Seguro Social después del 1° de julio de 1997 y como trabajador del Estado después de 2010, esto ya no será así, solo dependeremos del dinero guardado en nuestra Afore.

Como parte de tus prestaciones de ley cuando eres asalariado, tu patrón debe registrarte en una Afore y aportar bimestralmente el 6.5% de tu sueldo bruto. Mediante la inversión de ese dinero en diversos instrumentos de renta fija o variable a través de las Siefores (Sociedades de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro), tu Afore se encargará de obtener los mayores rendimientos posibles según el perfil de riesgo acorde a tu edad. Mientras más joven seas, más pueden jugar con tu dinero porque, estadísticamente, es menos probable que fallezcas. Por eso, las ganancias por intereses bajan conforme te acercas a la edad de jubilación.

Lamentablemente, ese porcentaje no es suficiente para tener una vejez decorosa porque, además de ser muy poco dinero, los rendimientos que ofrecen las Afores son mínimos (entre el 3% y el 9%). Esa es la razón por la cual tanto éstas, como la misma CONSAR hacen campañas de forma constante con tal de que los cuentahabientes realicen aportaciones voluntarias adicionales a las de sus patrones. Sin embargo, contadas personas suelen hacerlas a pesar de ser deducibles de impuestos y funcionar como un apoyo para su futuro.

Al menos 3 veces al año, tu Afore debe enviarte un estado de cuenta donde te muestren los movimientos financieros que se han dado en ésta. Más allá de eso, y a reserva de la posibilidad de hacer retiros parciales (recomendables sólo en verdaderas emergencias), no tienes mayor injerencia en el flujo ni en el crecimiento de tu dinero porque se trata de una inversión colectiva (tuya y de todos los registrados en cierta Afore). Es una prestación útil y hasta cierto punto cómoda, pero dista mucho de ser completamente satisfactoria para darte una buena pensión.

¿Qué tiene de especial un plan personal de retiro?

Un plan personal de retiro es un fondo de inversión para tu vejez que administra de manera particular un banco, aseguradora, sociedad de inversión o casa de bolsa. Ésta suele ser una de las mejores opciones para trabajadores independientes que nunca han estado dados de alta en el Seguro Social o, simplemente, tienen Afore pero ésta ya no recibe aportaciones patronales. Sin embargo, también es un recurso excelente para los asalariados que desean tener una mejor jubilación porque ofrece rendimientos más altos.

Cuando acudes a alguna institución financiera para solicitar un plan personal de retiro, recibes la asistencia de un asesor para determinar el monto que quieres alcanzar y el plazo en el cual deseas obtenerlo (puede ser antes o después de los 65 años). Posteriormente, quien te atienda te dirá el monto que tendrías que aportar para lograr tu meta, la frecuencia de los depósitos la cual puede ser mensual, bimestral, trimestral, semestral o anual. Además, desde el principio podrás elegir la moneda sobre la cual se cotizará tu ahorro (pesos, dólares o unidades de inversión (UDIs)).

En definitiva, un plan personal de retiro te ofrece más libertad de decisión en tu inversión porque se administra de manera individual, o sea, tú determinas que tanto riesgo deseas correr para lograr tu objetivo. De forma adicional, la mayoría de las instituciones financieras que ofrecen este servicio, te dan una garantía de ahorro ya sea de la cantidad de dinero esperada al final del plazo y/o cobertura de ésta en caso de invalidez o fallecimiento.

Una vez firmado el contrato de tu plan personal de retiro, te comprometes a pagar tus primas puntualmente para reunir la suma deseada para tu jubilación. Gracias a que la mayoría de los proveedores tienen su propia plataforma, podrás revisar el desempeño de tu inversión en el momento que tú quieras a través de Internet. Así, este instrumento financiero requiere una mayor responsabilidad de tu parte, pero también se vuelve una alternativa más rentable que la Afore a pesar de implicar un mayor riesgo.

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Entonces, ¿cuál me conviene más para jubilarme?

De hecho, ambas. Si complementas ambos instrumentos de inversión, podrás tener una jubilación mucho más placentera. Por un lado, puedes dejar que tu Afore siga recibiendo las aportaciones que provienen de tu sueldo o acumulando rendimientos y, por el otro, ser constante con el pago de primas en tu plan personal de retiro para conseguir las mayores ganancias posibles de tu dinero. Para vivir una vejez plena, necesitas recibir el 70% de tu último sueldo mensual como mínimo. Si solo te fías de tu Afore, únicamente recibirás entre el 25% y el 30% de éste, en el mejor de los casos.

La esperanza de vida del mexicano rondará los 85 años para 2050, por lo cual debes tener ingresos suficientes para mantenerte durante al menos dos décadas. Aprovecha tu juventud al máximo, pero no dejes que el futuro te alcance sin tener un peso para disfrutar la tercera edad también. Cuida tu salud, no te endeudes y pon a trabajar tu dinero desde ahora para jubilarte con la frente en alto y sin preocupaciones financieras. Cada peso invertido hoy, garantiza tu tranquilidad e independencia en tu retiro.

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