Parte importante de tener unas finanzas sanas es contar con un fondo de emergencias. Este fondo es diferente a tus ahorros, ya que el dinero que tienes ahorrado tiene un destino específico, o al menos esa es la idea, tus ahorros son para irte de vacaciones o pagar el enganche de tu carro o casa, pero un fondo para emergencias es realmente para ser utilizado en una emergencia.

Ahora, un fondo de emergencias no es un ahorro del que puedes disponer por si se te antoja algo, puede ser utilizado para reparar algún desperfecto de la casa, una consulta médica en medio de la noche, pagar un taxi, incluso para pagar a un cerrajero el día que pierdas la llave de tu casa.

¿Cómo usar un fondo de ahorro?

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Este fondo no está destinado a gastos mayores, para eso es mejor contar con un seguro médico que te cubrirá la estancia en el hospital, lo mismo pasa con los gastos mayores que puedes tener en caso de algún imprevisto. Es preferible contar con un seguro que tenga una cobertura amplia.

Una recomendación que debes tomar en cuenta es que este fondo tiene que estar a la mano. Esto quiere decir que lo recomendable es tener dinero en efectivo en tu casa. Es por eso que la cantidad no debe ser enorme. Solo tiene que alcanzar para cubrir los gastos urgentes, por eso su denominación de “emergencia”. Ya que si tienes el dinero a la mano no tendrás que correr al cajero por dinero y podrás evitar los contratiempos que esto pueda generar y actuar al momento.

Tipos de fondo de ahorro

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Otro tipo de fondo de emergencia es contar con una cantidad mayor de dinero que te ayudará en caso de que te quedes sin trabajo, ya que te proporcionará liquidez mientras encuentras otro, el objetivo es que te permita solventar tus gastos básicos, como pagar tu renta y servicios, tener comida y cubrir tus gastos de transporte.

Este fondo no necesariamente tiene que estar dentro de la casa, ya que no es una emergencia recurrente, al menos ese es el supuesto, por lo que lo ideal es que tengas una cuenta de ahorros, tu banco puede proporcionártela, lo ideal es que tengas ahorrado al menos seis meses de tu presupuesto mensual. Por ejemplo: si tus gastos básicos al mes son de $3,000 pesos, lo ideal sería tener $18,000 pesos ahorrados. Es mucho pero este ahorro se puede ir construyendo poco a poco.

Ahora que tenemos claro la utilidad del fondo de emergencia, te explicaremos los pasos para crearlo en el menor tiempo posible y sin morir en el intento:

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1. Determina el monto de tu fondo de emergencia y la fecha para la que te gustaría tenerlo constituido. Analiza tus ingresos y gastos mensuales para cumplir con tu meta.
2. Establece una cantidad de ahorro mensual. Puedes empezar con un porcentaje determinado de tus ingresos. Incluso empezarlo cuando recibas un bono o tu aguinaldo.
3. Pídele a tu banco que cree una cuenta de ahorro. Los objetivos en este punto son dos: de un lado, evitar que el dinero esté disponible en tu cuenta corriente para que así no puedas acceder a él con facilidad; del otro, automatizar el ahorro.
4. Reduce gastos. Puede sonar a tópico, pero siempre puedes reducir gastos. Puedes empezar por revisar facturas y tarifas eléctricas, de gas y de telefonía, eliminar los gastos hormiga y poco significativos, hacer una lista de compras antes de ir al supermercado, etc.
5. Busca algún ingreso extra. Intenta monetizar alguno de tus pasatiempos o realizar alguna actividad en tu tiempo libre que te proporcione un dinero extra. Por otra parte, si recibes un ingreso que no esperabas, no lo gastes y mételo directamente en el fondo de emergencia.
6. Revisa periódicamente el tamaño de tu fondo de emergencia y adáptalo a tus circunstancias actuales. Si tus gastos aumentan, tu fondo deberá aumentar en la misma proporción.

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