Ahorra dinero comparando planes y prepago para tu celular

11 octubre, 2018 - sistemas sistemas

Sin duda hoy el celular ya es una necesidad, y como necesidad implica gastos para su operación. Y es aquí en donde, entre tantas tendencias, existen dos modalidades para “surtirlo”: Planes vs. Prepago.

Vayamos a los beneficios y desventajas:

 

Plan en renta

Planes vs. Prepago

Fuente imagen: Xataka México

Los planes de renta es una modalidad dirigida sólo a un sector privilegiado de la población. El marketing va dirigido a quienes pueden pagar mensualmente una renta considerable. Es decir, puede que un plan de renta te convenga más que las recargas, si trabajas en un negocio rentable que exija llamadas las 24 horas del día.

Pero si tu uso es más personal, el prepago te conviene.

Quizás el plan te convenga porque desde el principio que firmas contrato, el equipo es tuyo, al término de éste (uno o dos años), renueves o no, sigue siendo tuyo; y si repites, la compañía te dará otro. El plan de renta te incluye cientos de minutos a tu alcance, servicios y promociones adicionales gratis.

Supongamos que recargas 50 pesos a la semana, al mes son 200. Hay planes de 200 pesos que incluyen el aparato, llamadas ilimitadas (o con un  plan cerrado para que lleves un control de gastos, sin  consumos adicionales) y algunas otras promociones y servicios, quizás esto te convenga.

Para aquellos que por su empresa deben y tienen que hacer miles de llamadas y precisan de otros servicios adicionales, un plan en renta es la mejor opción. Muchos caen en el error de contratar un plan por el equipo incluido, y las mensualidades se tornan impagables, problemas con la compañía y con el Buró de Crédito, ya que es un crédito, y no pagarlo puede manchar el historial.

Un plan es muy benéfico si lo ves como un servicio telefónico, con los servicios adicionales que necesitas para tu trabajo, y no como un equipo de alta generación. Dependiendo de cada plan y compañía puedes obtener múltiples privilegios en llamadas, redes sociales, mensajes de texto, etcétera.

Es muy bueno siempre y cuando sea una necesidad el hablar, hacer negocios y estar 24 horas en activo.

 

Prepago

Fuente imagen: AT&T / TELCEL / MOVISTAR

La desventaja primordial de un plan es tener que pagar mes con mes tu servicio de renta por el plazo contratado; hables o no. Si no cumples, te caerán recargos por morosidad y hasta una mala nota en Buró de Crédito.

Con las recargas electrónicas tienes la ventaja de controlar lo que gastas en llamadas y redes sociales.

El tiempo aire, o las llamadas que hagas, tiene vigencia determinada.

Los planes de renta van generalmente de 12, 18 o 24 meses y son (en su mayoría) forzosos. Es decir, si escogiste a un año, y a los 3 meses ya no quieres el servicio, tienes que regresar el aparato y pagar una penalización que son los meses que restan.

Para una persona “normal”, que habla poco o lo suficiente, conviene más prepago o recargas.

La mayor ventaja del prepago, es que si necesito llamar y hacer uso de Redes Sociales, pues hago una recarga, y listo. No tengo que preocuparme por una renta que quizás ni usarás mucho en llamadas y servicios. Si ya le echaste el ojo a un aparato, mejor ahorra para adquirirlo y tenerlo en prepago.

Ambas modalidades te convienen, pero también pueden contravenir. Para decidir debes analizar tu modus vivendi, el trabajo que tienes, las llamadas que regularmente haces. Es decir, de acuerdo a tus necesidades…

Para lo que se te ofrezca, compara y ahorra, acude y sopesa el servicio en varias compañías para que tengas un parámetro y decidirte por la que más se ajuste a tus necesidades de trabajo, familia, amigos. Es decir, en cualquiera evalúa lo que precisas en comunicación. Antes de firmar, pregunta TODO (aunque sea obvio) y lee a detalle el contrato, sobre todo las letras chiquitas.

 

¿Sabías que…?

Los planes de renta, significan para las compañías, un jugoso negocio e ingreso seguro, mucho más que los prepagos o recargas, pues los usuarios  gastan más, y tienen que hacerlo mes con mes bajo una tarifa fija y forzosa; hables o no hables.