Una de las principales razones por las cuales alguien invierte en educación superior, es porque le asegura una mejor calidad de vida. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), un licenciado gana aproximadamente 80% más sueldo que una persona que sólo terminó el bachillerato. Sin embargo, a veces resulta complicado conseguir los recursos financieros para estudiar una licenciatura.
Formarte en una escuela superior no solo implica mucha dedicación, sino también pagar materiales, libros, transporte y, en algunos casos, colegiaturas que suben cada año. Independientemente de las dificultades que implica estudiar una licenciatura, hay maneras para convertirte en profesionista aunque tu presupuesto o del tu familia sea limitado. Sigue leyendo para descubrir cuál es la que mejor te acomoda.
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Estudiantes en biblioteca – Autor: Ernesto Eslava (Pixabay)
La gran ventaja de estudiar en instituciones como la UNAM, el IPN o la UAM, es que el pago que debes hacer por tus estudios es prácticamente simbólico. Esto reduce considerablemente la inversión, pero no te libra de hacer gastos en insumos y prácticas según la carrera que elijas, ni en transporte dependiendo de la ubicación de la escuela. En total, tu formación de 4 o 5 años en una universidad pública ascenderá a entre 30 y 40 mil pesos mexicanos.
El reto es ingresar a través de los exámenes de selección pero, una vez dentro, podrás solicitar una beca de manutención para que te depositen entre $750 y $1,000 pesos al mes durante un máximo de 5 años. Si no consiguieras ese apoyo, podrías apelar a los programas de Bécalos o Fundación Telmex. Quizá no es mucho dinero, pero es un monto que si te ayudará a continuar con tus estudios mientras mantengas un promedio mínimo de 8.0.
Préstamo educativo – Autor: Janeb13 (Pixabay)
Estudiar una licenciatura en una universidad privada implica una inversión de entre $125 mil y $930 mil pesos durante 4 o 5 años de formación. Si no eres de los pocos cuentan con esta cantidad, puedes solicitar un crédito educativo con alguna institución financiera. A través de este recurso, la entidad que financia tus estudios le deposita directamente una parte de tu colegiatura a tu escuela y te deja pagar el resto a ti. Mientras estás estudiando, sólo debes pagar los intereses que genera el préstamo y podrás cubrirlo de manera total hasta 10 años después de egresar.
Otra opción similar que ofrecen la mayoría de las universidades privadas, es la beca-crédito. En este caso, un porcentaje de tu colegiatura la financia la escuela, otro queda exento de pago y así únicamente debes cubrir el monto restante. En ese sentido, tu inversión mensual o semestral baja considerablemente. Tanto para ésta como para la otra modalidad de financiamiento educativo te piden, generalmente, un promedio mínimo de 7.0 y un aval con buen historial crediticio (aunque el préstamo si quedará a tu nombre).
Licenciatura en línea – Autor: lumenbrite (Pixabay)
Si tienes una computadora portátil y una conexión a internet decente, ya no necesitas invertir tanto dinero para estudiar una licenciatura. Actualmente, existen muchas opciones para realizar tus estudios superiores en línea desde cualquier lugar y en el horario que mejor te acomode. En esta modalidad educativa, tu inversión se limita al pago de colegiaturas (las cuales son más bajas que las del formato escolarizado) porque incluso gran parte de los materiales didácticos ya están cargados en la plataforma.
La flexibilidad de estudiar una licenciatura en línea es tal que aun si no tienes ahora mismo los recursos para pagar, tendrás tiempo suficiente para trabajar y conseguirlos. Sin embargo, debes estar consciente de que requiere muchísima disciplina para aprender de manera autodidacta. Vas a tener a un tutor que te guíe, pero la responsabilidad de tu formación recaerá completamente en ti. Otra cosa súper importante: antes de inscribirte a cualquier carrera a distancia, corrobora que los planes de estudio de la institución cuenten con validez oficial ante la SEP.
Cada una de las opciones anteriores tiene sus pros y sus contras. Valora tu presupuesto, capacidad de pago y disposición para estudiar una licenciatura antes de iniciar tu educación superior. No elijas una universidad cara solo por el renombre si el costo va a ser más alto que el beneficio al graduarte. Revisa a fondo los planes de estudio de la carrera de tu interés y elige el que coincida más con tu proyección profesional.
A diferencia de la prepa, la formación universitaria requiere todo tu empeño para que puedas encontrar un lugar en el competido mercado laboral. Aprovecha al máximo tus clases y construye vínculos profesionales tanto con tus compañeros como con los profesores. Mientras te apasione la licenciatura que elijas, todos los desafíos valdrán 100% la pena. ¡Mucho éxito!