Seguramente una de tus metas de cada mes es ahorrar, pero cada vez es más complicado porque nuestros ingresos apenas alcanzan para satisfacer nuestros gastos fijos pero todo buen hábito requiere esfuerzo y muchas veces un poco de sacrificio.
Esto nos sucede a muchos millennials, ya que una de las tendencias es la de vivir experiencias y no apegarse a las propiedades o cosas, lo que de alguna manera ha ocasionado que el ahorro también sea dejado de lado. Pero ya sea que busques adquirir un auto nuevo o irte de viaje, ahorrar es fundamental para alcanzar objetivos.
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Ahora, si eres un millennial, o tus ingresos no son tan altos, y te preguntas cómo puedes empezar a guardar una parte de tu quincena, toma en cuenta estos consejos:
Recuerda que no siempre tendrás la edad que tienes, en pocos años tal vez quieras formar una familia y con ella los retos de adquirir una casa, pensar en el futuro de tus hijos y una pensión que avale tu retiro. Comienza con una cuenta de ahorro de la que debes olvidarte para darte gustitos, debe ser una cuenta que sólo reciba depósitos. Fija una meta a la que destinaras ese ahorro.
Si te estresan tus finanzas, analiza el total de todas tus deudas y concéntrate en primero deshacerte de las más elevadas, destina mensualmente un porcentaje de tus ingresos para cancelarlas.
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Existen muchas aplicaciones que te ayudarán a ordenar tus finanzas y planificar un ahorro o mejor aún, ayudarte a organizar el pago de tus deudas, explota la tecnología que tan bien sabes usar.
Reduce tus gastos diarios, en vez de comer en la calle, prepara tu propia comida y llévala al trabajo, toma menos taxi y más transporte público, consigue un roomie.
Ten presente que existen las deudas buenas y deudas malas, una deuda buena es por ejemplo pedir un crédito hipotecario o uno para una maestría, un crédito malo es pedir dinero prestado para un viaje.
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Para empezar es necesario tener un orden adecuado. ¿Sabes cuánto destinas a tus gastos mensualmente? Elaborar un presupuesto es básico para dar lugar al ahorro. La idea del presupuesto es también identificar a dónde se va nuestro dinero y qué podemos corregir.
Si cortas todos tus gastos innecesarios de una sola vez, será más difícil que el hábito del ahorro se mantenga por más tiempo, pues te sentirás privado. Mejor redúcelos. Por ejemplo, si compras un café todos los días, ahora hazlo 3 veces a la semana; lo mismo sucede con los almuerzos fuera, los taxis, etc.
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La información es clave para encontrar nuevas propuestas y ahorrar. No te aferres a una sola marca de ropa, a los mismos lugares para salir a comer, etc. Si tienes más alternativas, podrás encontrar mejores precios.
Comprar por internet es mucho más barato que comprar en tienda. También, existen muchas apps que otorgan descuentos o cupones en línea que te permiten ir a lugares con un bajo presupuesto, dejando más para el ahorro.
Si el primer mes no alcanzaste un ahorro significativo, no te desanimes, recuerda que apenas estás haciendo los ajustes necesarios y formando nuevos hábitos. Si lo necesitas, busca un sistema de apoyo que te ayude con tus metas.