Por: Valeria Bocanegra
Llevar unas finanzas personales sanas no siempre depende de cuánto ganas, sino de cómo administras tu dinero. Y un factor clave en esa organización es la frecuencia con la que recibes tu ingreso. No es lo mismo administrar tu dinero si te pagan cada semana que si cobra una vez al mes: cada modalidad tiene sus ventajas y desafíos.
Aquí te compartimos tips prácticos para organizar tus gastos según cobres por semana, por quincena o por mes, para que tu dinero te rinda, tengas control y evites esos molestos “ya no me alcanza” antes del siguiente pago.
Si cobras por semana
Recibir dinero cada semana puede parecer muy conveniente porque siempre tienes efectivo disponible, pero también es muy fácil gastar sin darte cuenta.
Lo ideal es pensar en tu economía en términos mensuales, aunque recibas ingresos semanalmente. Por ejemplo, si tu renta es de $4,000 y cobras cuatro veces al mes, deberías separar $1,000 cada semana, en lugar de esperar a pagar todo de golpe.
También es una buena idea dividir mentalmente tus gastos: una semana para ahorro, otra para despensa, otra para imprevistos y así sucesivamente. Así no sientes que todo se te va de golpe y mantienes equilibrio durante el mes.
Ojo con el “ya cobré” del viernes, porque suele venir con la tentación de gastar en exceso el fin de semana. Establece un pequeño presupuesto para darte gustos sin comprometer lo que necesitas pagar la semana siguiente.
Si cobras por quincena
La quincena puede sentirse más balanceada, pero también puede hacer que llegues a la segunda semana con los bolsillo vacíos si no planeas bien.
Lo primero que debes hacer es dividir tus gastos fijos entre quincenas. Por ejemplo, si pagas renta, servicios y despensa, decide qué vas a cubrir con la primera quincena y qué con la segunda. Lleva un pequeño calendario de pagos, te puede ayudar mucho.
También es útil hacer un presupuesto quincenal que incluya una pequeña cantidad destinada a ahorro. No importa si son $200 o $500 pesos, lo importante es crear el hábito y considerar ese ahorro como un gasto obligatorio más.
Evita gastar de más justo el día que cobras. Aunque suene tentador, dejar todo el dinero en tu cuenta o cartera sin distribuir puede hacer que te emociones y gastes más de lo que pensabas.
Si cobras por mes
Este tipo de pago puede darte mayor margen de maniobra, pero también exige mucha más organización. Si no haces un buen presupuesto, es muy fácil quedarte sin dinero antes de que acabe el mes.
Haz una planeación mensual detallada de tus gastos fijos, variables y de tus metas de ahorro. Divide tu ingreso mentalmente en cuatro partes, como si te lo dieran por semanas y asigna montos específicos para cada categoría: renta, servicios, alimentación, transporte, gastos personales, ahorro, etc.
Separar el dinero desde que lo recibes el clave. Por ejemplo, puedes tener sobre, cuentas diferentes, apartados si la app de tu banco lo permite, o apps de finanzas que te ayuden a etiquetar tus fondos para que no se mezclen.
Ten en cuenta también los gastos que no son mensuales, pero sí predecibles, como seguros, cumpleaños o mantenimiento del coche. Guardar una parte cada mes para esos pagos futuros te evitará dolores de cabeza.
Sin importa cómo cobres…
Hay hábitos financieros que funcionan para todos:
Organizar tus finanzas no tiene que ser complicado, solo requiere claridad, constancia y un poco de estrategia. Porque no importa si cobras cada 7, 15 o 30 días, si te organizas bien, puedes hacer que tu dinero trabaje para ti, no al revés.