Los créditos bancarios son recursos financieros que nos permiten resolver inconvenientes económicos, adquirir una casa, comprar un automóvil, costear nuestra educación y muchos otros gastos que quizá, con nuestros ingresos mensuales, nos es complicado solventar.
Sin embargo, hacer un uso incorrecto del mismo puede volvernos acreedores a deudas difíciles de saldar que terminen sepultando nuestra cartera en el buró, e incluso, en un embargo de bienes.
Por lo anterior, es de suma importancia conocer cómo utilizar un crédito sin generar deudas. Leer el siguiente texto te será de utilidad para este fin.
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La gran publicidad de los bancos muchas veces hace caer en la tentación de solicitar créditos aunque realmente no los necesites, ya sea mediante un préstamo en efectivo o una tarjeta.
No obstante, eso no significa que debamos tomarlo a la primera, sólo hay que hacerlo cuando sea absolutamente necesario.
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Es importante que antes de adquirir un crédito revises con lupa cuáles son los términos y condiciones que determinarán el costo total del préstamo.
Hay que evitar a toda costa aceptarlo si no tienes claro cuál será la tasa de interés, el periodo contratado, las comisiones por el servicio y, sobre todo, las PENALIZACIONES a las que te harás acreedores si no respetas las fechas de tus pagos.
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Darle un uso adecuado a tu crédito también radica en no pagar el mínimo y NUNCA dejar de pagar, pues hacer lo contrario se traducirá en penalizaciones que aumentarán el monto de tu deuda hasta cantidades desorbitantes.
Pagar a tiempo y un poco más del mínimo te permitirá ahorrar dinero, porque no habrá recargos, comisiones extras ni intereses crecientes.
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El dinero de un crédito se debe emplear en gastos realmente importantes: iniciar un negocio, comprar un auto, mejorar tu casa, en tu educación.
Evitar gastarlo en productos o servicios que realmente no necesitas y, mucho menos, para hacer compras rutinarias; de sobra está mencionar cuáles pueden ser las consecuencias para tus finanzas.
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Al igual que pagar con puntualidad, otra de tus obligaciones es revisar constantemente el status de tu deuda, para asegurarte de que vas al corriente y que no hay errores, ya sea de tu parte o de la entidad financiera.
Por lo anterior, es importante mantener a la mano los documentos de la contratación de tu crédito y la información de contacto de la institución.
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Complementando el punto anterior, guarda los recibos que se generen y toda la información sobre los pagos que ya realizaste; así te será más fácil realizar cualquier aclaración. Te sugerimos ocupar un cajón específico y exclusivo para almacenar todos tus recibos.
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Nunca compartas información de tu crédito con personas que te contacten por teléfono, con el pretexto de «verificar» algún dato personal o «corregir un problema”; mucho menos lo hagas en páginas de Internet que te aseguren resolver tus problemas financieros. Los fraudes están a la orden del día.