Uno de los elementos clave en nuestra educación financiera consiste en cumplir puntualmente con nuestras obligaciones fiscales; sin embargo, una de las más importantes tareas es también una de las más grandes omisiones en nuestra vida diaria: facturar.
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Es decir, encargarte de facturar tus compras o ingresos, aunque parezca un proceso aburrido o engorroso, puede beneficiarte más de lo que imaginas, entonces ¿por qué es tan importante facturar? aquí te explicamos.
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Como respaldo a tu garantía, pues ante alguna exigencia sobre un producto o servicio que hayas adquirido, siendo lo más frecuente la necesidad de su reemplazo, cambio o renovación por algún defecto que tenga en su fabricación, tu factura será un respaldo importante.
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Con las constantes actualizaciones que ha implementado el SAT en la emisión de facturas electrónicas, aprender a realizarlas te ahorrará el pagar a un contador y, en lugar de esto, destinar tu dinero en otras prioridades.
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Facturar personalmente te facilitará resolver algún proceso de auditoría, es decir, el que tú lleves un orden en tus documentos fiscales se traducirá en una localización rápida de la información que irás armando en tu computadora.
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Disciplinarte en lo que a facturación refiere, también te permitirá ser más ordenado en otros aspectos de tu vida financiera, como mejorar tu administración de tiempo y dinero, ahorrar, así como atender tus demás obligaciones fiscales en tiempo y forma.
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Finalmente, hacerte al hábito de facturar cada que adquieras un producto o contrates un servicio, te ayudará a deducir impuestos cuando realices tu declaración anual, y por supuesto, aumentará considerablemente la posibilidad de que obtengas saldo a favor.
