Mantener tus finanzas sanas pudiera parecer un reto difícil de realizarse, pues a veces muchos factores como deudas, gastos imprevistos y excesos se confabulan para poner contra la pared a nuestra cartera; pero aunque no lo creas, sí existen buenos hábitos para mantener a flote tus finanzas y evitar los descalabros económicos.
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¿Cuáles son esos buenos hábitos?, aquí te compartimos un listado.
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Antes que todo, lo primero es que conozcas a plenitud a cuánto ascienden tus ingresos y tus gastos mensuales, pues solo así podrás detectar cómo te comportas en lo financiero.
Para ello comienza por elaborar un plan escrito y detallado, con la finalidad de distribuir con total consciencia tus ingresos, de esta forma cubrirás tus necesidades sin sobrepasar el límite.
Una vez que ya ubicaste tu situación financiera es importantísimo que tomes decisiones basadas en cuánto gastas. Tendrás que ajustar tus ingresos a la meta que quieres lograr, pues fijando un presupuesto te será más fácil conocer la cantidad de dinero que puedes disponer para tus gastos fijos, ahorro y los billetes destinados al entretenimiento.
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Cuando realices alguna compra no olvides comparar precios y calidades, ya que solo así podrás aprovechar la competencia entre los proveedores de un producto.
Ten presente que la investigación previa es punto clave para realizar una buena compra, por lo que necesitarás destinar tiempo para identificar ofertas o promociones de los artículos que vas a comprar.
Siempre realiza un gasto consciente y evita comprar por impulso, ya que no planear con cautela en qué usarás tu dinero puede provocar derroches innecesarios, que obviamente terminarán por desajustar tu cartera.
Ten mucha consciencia de cada gasto que hagas, preguntándote si lo que vas a desembolsar realmente tiene una razón de ser o si se trata de una reacción momentánea.
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Resolver tus deudas a tiempo te ayudará a evitar que los intereses devoren tu nómina. Por ello, liquidar el saldo de las tarjetas de crédito en la fecha que indica el estado de cuenta, por ejemplo, es el principio para construyendo un buen historial crediticio.
Establecer metas económicas realistas te ayudará muchísimo. Es decir, fija un objetivo específico, posible de medir y a eso súmale una fecha de cumplimiento para alinear el esfuerzo financiero que vas a realizar. Verás que organizándote, sin perder la objetividad, es un hábito financiero muy sano.
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Aunque a simple vista parezca un reto del peso de una losa, procura prever una reserva de, por lo menos, tres meses de gastos, por cualquier eventualidad, y así no poner en riesgo tus finanzas personales e incluso familiares.
El crédito y las tarjetas de crédito son muy útiles para adquirir productos o servicios que difícilmente se pueden comprar en efectivo, pero usarlas de manera irracional se puede convertir en un problema.
Por ello es muy importante que conozcas el Costo Anual Total (CAT) de cada una para que puedas darles un mejor uso. Dicho de otro modo, no adquieras deudas que no puedas pagar.