5. “Deja que se preocupe el yo del futuro”:
Pese a tener solvencia económica y poder ahorrar, hay ocasiones en las que, en lugar de guardar nuestro dinero para años, meses o incluso días posteriores, recurrimos a esta otra frase mítica, que por instantes nos “libera de responsabilidad” y nos invita a gastar al momento y preocuparnos mucho tiempo después.