En la vida, las personas contamos con diferentes supersticiones que bien nosotros solos nos hemos creado o bien, ya es algo generacional, que nuestra familia nos fomentó y en lo cual creemos firmemente, aunque parezcan una tontería.
Las supersticiones son creencias contrarias a la razón o que carecen de un fundamento científico, es decir, no hay nada que compruebe que las cosas son tal cual lo decimos, pero lo creemos. Y muchas de estas supersticiones también las llevamos a la parte de cómo llevamos nuestras finanzas, lo cual muchas veces nos puede generar pérdidas de dinero.
Para muchas personas, hablar de inversiones es casi un tabú, algo que sólo lo que son ricos, tipo Carlos Slim, pueden hacer. Además de que a menudo se piensa que se necesita ser todo un experto en economía para saber cómo manejar tus inversiones, no obstante, las cosas no son como parecen, y en vez de dejar que tu dinero pierda poder adquisitivo, mejor rompe con esta superstición.
Si bien depende del tipo de instrumento en el que invertirás para decidir el mono a invertir y tus conocimientos, la verdad es que hay algunas opciones como los cheques bancarios o los cetes que son muy accesibles al público y que, con sumas de dinero pequeñas, pueden empezar a invertir.
Algo que tenemos muy arraigados los mexicanos es el hecho de facturar un montón de cosas, que muchas veces ni nosotros compramos pero nos dieron el ticket, con el fin de que podamos deducir estos gastos y paguemos menos impuestos.
Sin embargo, el tiro nos puede salir por la culata ya que aunque acumulemos un sinfín de facturas de varios gastos, dependiendo de tu contador y tu actividad, te darás cuenta que no todo se puede deducir y, en el peor de los casos, puede que incluso tu contador te cobre de más por hacerlo trabajar en facturas que al final no sirven para tu declaración.
Otra práctica que también se ha hecho recurrente es el comprar facturas apócrifas que te harán pagar menos impuestos. Si el Servicio de Administración Tributaria (SAT) te cacha, te puede sancionar hasta con varios años de cárcel.
Esto es uno de los errores más grandes que uno puede hacer. Eso de que somos jóvenes, el momento es ahora y nuestra jubilación aún va a tardar es cierto, el problemas es que desde ahorita debemos ocuparnos de ella para tener un retiro digno, si no, le vamos a sufrir mucho en el momento que nos queramos pensionar.
Hay que verlo así: entre más jóvenes seamos, más tiempo tenemos para ahorrar y para que nuestras aportaciones para el retiro generen inversiones por mucho más tiempo.
¿Por qué voy a comprar un seguro para automóvil si manejo bien y jamás he chocado? ¿Quién necesita de un seguro de robo habitación si mi unidad habitacional es muy segura? Y así hay muchas más preguntas que uno se hace para responder el por qué no necesita un seguro, sin embargo, es todo lo contrario.
El seguro es aquel producto que nos ayuda a sobrellevar siniestros que tienen un costo elevado y puede afectar hasta las carteras de nuestros familiares. Dependiendo de nuestro estilo de vida y necesidades, debemos evaluar qué seguro es el que necesitamos para que nos proteja a lo largo de nuestra vida.
